"Por muchas vidas que te prometan sólo hay una eterna"
A veces pensamos que la vida es un juego donde casi nada es serio o tiene consecuencias graves; otras, que la vida es pasajera y, como tal, hay que disfrutarla mientras se pueda. Ante un mundo donde reina al relativismo moral, el hedonismo y, como consecuencia, la falta de trascendencia, es urgente reavivar las conciencias y reeducarlas en aquello que es imperecedero y bello: el cielo. Decía Sor Isabel de la Trinidad, beatificada por Juan Pablo II en noviembre de 1984, lo siguiente: "He encontrado mi cielo en la tierra pues el cielo es Dios y Dios está en mi alma".
Como si dijéramos: si el cielo es Dios, y Dios está en mi alma, luego, mi alma es el cielo. ¡Qué cosa tan hermosa nos enseña Sor Isabel! Esta joven, pues entró en la casa del Padre a la edad de 26 años, era Carmelita Descalza. Todo un ejemplo para que nuestra vida recobre el auténtico sentido que tiene: dar una inmensa alegría al Corazón de Dios si en el cielo de nuestra alma nos ejercitamos en ser inmaculados y santos en su presencia por el amor.
En mi tierra dicen: "ole, ole y ole y al k no diga ole k se le seque la yerbawena". Ya lo decía el general Máximo en Gladiator:lo k hagamos en sta vida tendrá consecuencias en la otra (o algo así). Toda la juventud murciana pal Adoremus, k allí tienen una cita k, con seguridad, los hará los jóvenes más felices de la tierra. ¡Enhorabuena x la iniciativa! Y muxo ánimo a Adoremus Murcia.
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